El abogado Fernando Burlando llegó a Tucumán con un objetivo claro: matricularse para poder intervenir legalmente en un caso que -según él- compromete no sólo a los medios de comunicación, sino a toda la sociedad. En diálogo con la prensa, anunció que trabajará de lleno en un expediente que implica un fallo de censura judicial y que, a su criterio, representa “un retroceso institucional gravísimo”.
“Me vengo a matricular para poder trabajar legalmente acá. Hay un tema que involucra a toda la sociedad: la censura. Ese va a ser nuestro tema fundamental”, afirmó. Y aunque evitó dar detalles sobre quién lo contrató (“lo vamos a aclarar más adelante”, dijo) confirmó que su intervención está vinculada a un medio de comunicación afectado por una medida judicial.
“Nunca visto”
El abogado contó que antes de iniciar la vía formal intentó obtener información en el Ministerio Público Fiscal, pero no logró ser recibido. “Lejos de recibir amabilidad, la gente parecía que se escondía. No fuimos atendidos por nadie”, afirmó. Por eso, insistió en la importancia de la matriculación como paso previo para poder “golpear algunas puertas” y ser atendido “aunque sea por un tribunal noble”.
Burlando criticó directamente al juez subrogante Lucas Taboada, quien dictó la cautelar que afecta a comunicadores y periodistas. “El desprestigio de los jueces a veces se lo ganan por lo que resuelven. Este fallo desprestigia al Poder Judicial sin lugar a dudas. Pone en grave riesgo institucional a toda la sociedad”, señaló.
Recordó que los antecedentes del Supremo Tribunal de Tucumán se contradicen con la decisión de Taboada y con lo solicitado por la fiscalía, y advirtió que la medida judicial implica un “retroceso medieval”.
Y fue categórico: “El derecho que se lesiona es la libertad de opinión y de expresión sin censura. Lo que ustedes digan puede generar consecuencias, pero la forma nunca es la censura. Es un gran retroceso que arrasa con la sociedad”.
Burlando también subrayó que la Corte Suprema de la Nación establece que un funcionario público “puede ser pasible de crítica artera”, algo que -según dijo- el fallo de Taboada ignora por completo. “Una medida así dictada por un juez penal es muy extraña. Hay que investigar qué pasó”.
“Nunca visto en ninguna provincia”
Con amplia experiencia en distintos distritos del país, el abogado aseguró que lo ocurrido en Tucumán es excepcional: “Estoy matriculado en infinidad de provincias y nunca vi algo así. Es algo muy fuerte. Los tucumanos no lo merecen”.
Consultado sobre la vía legal para revertir la decisión, respondió que el único camino es “la técnica y el derecho”: “El pedido de cautelar habla de incitación a la violencia e institucionalidad, cuestiones que no existen. Cada acto de un juez puede ser controlado por otro de mayor jerarquía. Sólo hay que apurarse”.
Destacó su defensa del periodismo: “Es lo más noble que hay. No importa qué informen, lo importante es que generen opinión. En el caso Báez Sosa, gracias a la prensa se dieron los primeros pasos de la investigación. Los testigos fundamentales aparecieron por los medios”.
Vélez, perspectiva de género y la Ley de Víctimas
El abogado reconoció que podría intervenir también en el caso de jugadores de Vélez denunciados por abuso. “Veo muchas irregularidades. Da la sensación de que la revictimización es tomada como un tema menor. Los jueces están obligados a aplicar perspectiva de género, y acá parece que ni la Constitución ni la Ley de Víctimas están en la mira”, sostuvo.
Sobre el documental de Báez Sosa y el caso Mackintach
Burlando opinó sobre el reciente documental del caso Fernando Báez Sosa, que lidera rankings en varios países: “Lo importante es que genere conciencia. En 50 segundos te puede cambiar la vida”.
Respecto al impacto emocional, subrayó el testimonio de la madre de Fernando y habló por primera vez sobre las declaraciones de los familiares de los acusados: “Los acusados actuaron en manada hasta el final. Durante el juicio nunca pidieron disculpas a los padres de Fernando. Ahora salen a hablar, y a mí me parece escenografía”.
También se refirió al proceso contra la jueza Julieta Mackintach, denunciada por él mismo por haber realizado presuntas negociaciones con productoras audiovisuales interesadas para filmar un documental sobre el caso de Diego Maradona. “Los testigos fundamentales fueron periodistas. Si no estuvieran los medios, muchas causas ni avanzarían”, apuntó.
Burlando se despidió asegurando que volverá a Buenos Aires, pero que su presencia en Tucumán será constante: “Me quedo un ratito más y después me voy. No es la primera vez que vengo. A mí y a mi familia nos encanta Tucumán”.
Y dejó un mensaje final: “Esto no es sólo por un medio. Es por la libertad de todos”.